Los niños de la localidad recolectaron tapitas plásticas que luego fueron convertidas en canilleras para los alumnos de las escuelas deportivas y los clubes
Por Ruth Oitana
Se requieren unas 20 tapitas plásticas para fabricar una canillera.
La Comuna de Alvear llevó adelante la entrega de 100 canilleras elaboradas a partir de tapitas recicladas cuyos destinatarios fueron niños y niñas de la Escuela de Deportes Comunal y los equipos de fútbol infantil del Club Social y Deportivo Alvear. Además, ya se mandaron a producir más canilleras que llegarán a más chicos y chicas de la localidad, como parte de una iniciativa que une el deporte, la sustentabilidad y la inclusión.
La propuesta surgió a partir de una campaña de recolección de tapitas que llevaron adelante los chicos de la colonia de vacaciones.
“Los chicos venían juntando tapitas y pensamos qué hacer con ese material, cómo lograr que encuentren un uso y un destino real en algo que originalmente es un desecho. Así fue que nos amos con Tomás (Machuca) y pudimos llevarle esas tapitas, que él transformó en estas canilleras”, explicó Flavia Banfi.
El trabajo de transformación estuvo a cargo de Tomás Machuca, fundador de Fenikks, una novedosa iniciativa que se dedica a fabricar canilleras con material reciclado.
“Soy el fundador de Fenikks, la empresa que transforma tapitas en canilleras. Por cada par vendido, donamos otro par a un club de barrio, donde además se crean puntos de recolección”, explicó Machuca, destacando el compromiso social y ambiental de su emprendimiento.
La entrega de la primera tanda de canilleras se realizó en el casco histórico y el distrito oeste para los chicos de la escuela de deportes comunal y en el club para los integrantes del fútbol infantil.
Allí, los chicos recibieron sus flamantes canilleras recicladas, en un clima de alegría y orgullo por haber contribuido activamente a su fabricación a través de la recolección de tapitas.
Según se explicó, hacen falta 20 tapitas para producir un par de canilleras, y el proceso no solo ayuda a reducir el volumen de residuos plásticos, sino que también promueve la conciencia ambiental desde edades tempranas.
La experiencia en la localidad demuestra cómo la educación ambiental, el reciclaje y el deporte pueden unirse para generar cambios significativos. Desde la recolección de residuos hasta el uso final de un elemento clave en la práctica deportiva, el proyecto deja una enseñanza poderosa: los pequeños gestos pueden tener un gran impacto cuando se hacen en comunidad.
La comuna de Alvear lanzó un nuevo programa de siembra impulsado por la Secretaría de Políticas Sociales e Inclusión, con el objetivo de fomentar la producción agroecológica familiar.
La jornada también incluyó una charla a cargo del ingeniero agrónomo Fernando Meloni, quien brindó herramientas clave sobre el cuidado y manejo de huertas familiares.
“Emprendimos este programa a raíz de la cancelación del ProHuerta”, indicó y destacó que “muchas familias todos los años retiraban y armaban su propia huerta. Ya es algo establecido y decidimos continuarlo como un programa local”, mencionó Juan Corengia, secretario de Políticas Sociales e Inclusión.
Por otro lado, la comuna desde abril impulsó un programa de forestación de los barrios con plantas nativas, donde invitó a participar a los alumnos de los diferentes establecimientos secundarios de la ciudad.
La de plantación de más de 500 ejemplares de Lapacho, Jacarandá y Casuarinas es una acción de alto impacto ambiental para reafirmando el compromiso local con el cuidado del entorno y la construcción de una comunidad más sustentable.
La primera jornada de plantación se llevó a cabo en la avenida Astengo, ubicada en el Barrio Estación Alvear, y luego continuó en la plaza “La Rana” del Ecopueblo.
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