Este lunes se realizó en San Cristóbal el primer juicio por jurados en la historia de la provincia de Santa Fe. El ministro de la Corte Suprema de Justicia, Daniel Erbetta, defendió el nuevo modelo y sostuvo que "no hay ningún motivo para que la ciudadanía no forme parte del poder judicial".
"Hoy es un día significativo para la provincia de Santa Fe, de una relevancia institucional muy grande. Poder inaugurar e implementar esta forma de enjuiciamiento implica, después de tantos años, cumplir con un mandato constitucional que impuso como modo de juzgamiento el juicio por jurados populares. No es una opción, es una forma por la cual deben ser juzgados estos tipos de delitos. Y no solo es para el fuero penal: nuestra constitución establece esta modalidad incluso en el fuero civil y laboral, obviamente en asuntos que tengan alto impacto, porque no todos los juicios pueden realizarse a través del jurado popular", comentó Erbetta en diálogo con LT8.
"A veces pasa desapercibido, pero el juicio por jurados populares indica que nuestra constitución exige un modelo de justicia pública, un modelo de justicia transparente, visible, donde uno le pueda ver al cara a los jueces, fiscales y abogados, y donde además pueda participar la ciudadanía. Es una opción por una justicia de ciudadanos frente a una justicia de profesionales", afirmó el ministro y agregó: "Durante muchos años el poder judicial estuvo monopolizado exclusivamente por jueces profesionales y abogados. No hay ningún motivo para que la ciudadanía no forme parte, como en cualquier poder del Estado, del poder judicial"
Asimismo, Erbetta sostuvo que la función de los jurados populares la de constituirse como un juez de los hechos. "Es un juez que va a valorar las evidencias y las pruebas que las partes llevan al juicio. El jurado es el dueño de la valoración de la prueba. La responsabilidad con la que un juez ciudadano asume ese rol es increíble. Lo hemos experimentado con los jurados que estuvieron en la primera tanda, la seriedad y la responsabilidad con la que han tomado esto. "
"Esto hay que valorarlo y reivindicarlo. Se abre una nueva etapa para la justicia de Santa Fe. Y quiero aclarar algo: la capacidad de rendimiento en los países que utilizan este modelo pero, en las provincias argentinas que lo implementan, ha sido realmente excelente. No se conoce un solo caso donde haya habido una manifestación o un escándalo tras la decisión de un jurado", enfatizó.
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Finalmente, el ministro ahondó sobre la nueva modalidad. "Hay dos momentos fundamentales: por un lado, las instrucciones iniciales, donde el juez técnico le explica al jurado una serie de principios que rigen la valoración de la prueba y los principios constitucionales. Y luego de que se producen los alegatos de apertura, la producción de pruebas por parte de fiscales, defensores y los alegatos de clausura, los propios abogados de los imputados junto al juez definen las instrucciones finales, que son una guía que al jurado le va a permitir llenar un formulario para después poder fundamentar el veredicto", explicó.
"Hay algo importante: el veredicto del jurado es definitivo y no se ite apelación. Esto pasa porque los casos que llegan a jurados populares llegan muy bien trabajados, con información de muy buena calidad y no es lo mismo la decisión de doce ciudadanos que la de una sola persona. Todos los prejuicios que existían entorno al jurado popular no se justifican. Es una forma de democratizar un poder que no tiene representatividad democrática porque a los jueces no nos elige la gente".
¿Cómo es el juicio por jurados en Santa Fe?
A diferencia de lo que ocurría hasta el momento en el sistema acusatorio adversarial, el jurado asume la responsabilidad de decidir si alguien es culpable de los delitos atribuidos. En caso afirmativo, el juez técnico que está a cargo del debate debe aplicar la pena correspondiente en el fallo inicial.
El modelo de Santa Fe consiste en organizar un juicio con 12 personas titulares y 2 suplentes para escuchar a las partes. Ninguna de ellas debe tener formación jurídica ni vínculos con el Poder Judicial o las fuerzas de seguridad. Esta restricción comprende a abogados, escribanos, funcionarios públicos, militares y policías. Tampoco pueden participar personas con antecedentes penales, menores de edad, mayores de 76 años, madres lactantes y quienes tengan relación directa con las partes.
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El proceso de selección se lleva a cabo mediante un sorteo del padrón electoral. La convocatoria tiene una carga pública similar a la de la votación en elecciones, pero incluye mecanismos de protección. Quienes son designados cuentan con viáticos por traslados, resguardo laboral durante el juicio y una remuneración diaria que se calcula con el mismo sistema de los honorarios judiciales.
Después de este primer paso en San Cristóbal y Rafaela, el juicio por jurados se aplicará en Reconquista y Venado Tuerto, en extremos opuestos del mapa santafesino. Las últimas jurisdicciones en adoptarlo serán Rosario y la capital provincial.