El fallo contra Cristina Fernández de Kirchner abrió una puerta. Hubo diferentes reacciones, tanto ofensivas como defensivas, en toda la dirigencia política y sindical que van más allá de lo discursivo y el clásico tuit inicial a minutos del fallo. Unidos se entusiasma con una nueva etapa que tendrá su primera prueba de fuego dentro de un mes en la Convención Constituyente.
Probablemente, algo se haya destrabado en el ecosistema político nacional tras la decisión de la Corte Suprema y del accionar de los tribunales en general, y se plantee un interrogante sobre lo que ocurrirá de ahora en más en la Justicia respecto de las causas de corrupción y el tablero político.
Al oficialismo en Santa Fe lo entusiasmó la situación y le sirvió para insistir sobre la consagración constitucional de Ficha Limpia, una medida para apartar del sistema a políticos corruptos. Es una jugada por apropiarse de la transparencia casi de manera exclusiva en un escenario donde ningún espacio político, desde el peronismo, pasando por el macrismo y el mileísmo con causas en el cajón, puede levantar la bandera.
Ficha Limpia, el PJ y Rosatti
"Tenemos que consagrar instituciones que nos permitan no tener impunidad y tener mucha transparencia en el Estado para que estas cosas no ocurran nunca en la provincia", declaró el gobernador Maximiliano Pullaro tras el fallo de la Corte. "Desde mi lugar quiero que se abra una nueva etapa para la provincia", sostuvo.
A tiro está la Convención de reforma constitucional donde, además de Ficha Limpia, la persecución de delitos puede tener un capítulo particular con el futuro del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Sin embargo, la cuestión de impunidad parece ir más allá de la reforma, o de la mera legislación, y se coloca como un plafón y sensor del sistema político. Después de casi dos décadas de operar como telón de fondo, la batalla contra la corrupción se materializó con la condena a la expresidenta.
Lejos de extinguirse, se amplifica y amaga con colocarse como rectora dentro del sistema. "Que sirva de lección para muchos", sintetizó el intendente de Rosario, Pablo Javkin.
El PJ recogió lo declarado por Pullaro y lo cuestionó: “Nos preocupa y atemoriza la postura que manifestó públicamente el gobernador, que, lejos de defender la institucionalidad, deja en claro que está dispuesto a replicar estas prácticas en la provincia”.
Un párrafo fuerte que generó algunas preguntas: ¿se refiere a que el gobernador podría estar dispuesto a replicar prácticas de persecución en la provincia o sólo aprovechaba el ambiente defensivo de los últimos días para confrontar con Pullaro? Aparentemente, ninguna de los dos.
Según recogió La Capital, hubo una mala interpretación de las declaraciones del gobernador respecto de la expresidenta y escribieron, erróneamente, ese párrafo. Esa versión es la que daban dirigentes del PJ este jueves en la marcha. Probablemente aún estén calibrando con qué intensidad y qué batallas dar contra el oficialismo.
Sí la dieron contra el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, excompañero del justicialismo al que acusaron de traidor y le reprocharon no tener lealtad partidaria para los propios, un pedido igual de vicioso que, según reprochan, tuvo la causa Vialidad.
La nueva etapa no se manifestó aún en la coyuntura política local. En el tratamiento del endeudamiento de este jueves en la Cámara de Diputados de Santa Fe, una tribuna para confrontar fuerte en el tema, no se levantó la voz.
Lo que sí ratifica el PJ es que “nadie está exento, ni un presidente comunal ni una legisladora o legislador de la provincia están a salvo de ser perseguidos por el sólo hecho de representar intereses contrarios al poder económico y político que hoy gobierna”. En el fondo, es un llamado a reagruparse y a la unidad.
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El gobernador Maximiliano Pullaro quiere una nueva etapa en Santa Fe tras el fallo de Cristina.
Foto: Archivo / La Capital.
Qué pasa con los gremios
Si bien el juicio de Vialidad duró 17 años, la condena ratificada por la Corte Suprema fue una suerte de baldazo de agua fría que activó distintos resortes. El gremial es uno ante una especulación sobre una ofensiva del poder económico contra los derechos de los trabajadores.
Un caso particular se dio con la Federación Aceitera, que emitió un comunicado que parece más bien hablarles a los afiliados y dar debate hacia adentro de la organización gremial sobre el escenario político. Contenido en el repudio hacia el sistema judicial, el texto parece enviar un mensaje a aquellos trabajadores que están alejados de la lucha gremial.
En el texto enmarca la condena como parte de un sistema espurio. “Esta condena no es un rayo en cielo sereno sino que se da en el marco de una profunda ofensiva contra los derechos de la clase trabajadora y las grandes mayorías del pueblo argentino, que se expresa cada vez en mayor persecución judicial, detenciones y represión”.
Hay una tendencia de algunos trabajadores aceiteros, no solo de votar a Javier Milei, como ocurrió en 2023, sino a coincidir en no realizar huelgas, herramienta vital para el sindicalismo. La estrategia gremial parece inducirlos a pelear por los derechos laborales contrastando con los actos del gobierno nacional y no decirles a quién votar. En conclusión, quieren generar conciencia de clase.
Después del olor a pólvora del revanchismo, de los lamentos y de la pelea discursiva sobre si es proscripción o justicia, se reacomoda el escenario.
Todo parece estar suspendido en el aire y en alerta viendo si una nueva etapa, como menciona el gobernador, amanece. El mojón del fallo obliga a los dirigentes posicionarse y a profundizar argumentos, todo a un mes de tener que sentarse a alumbrar una nueva Constitución en Santa Fe.